Empresas que sobresalen - reseña crítica

En este libro, Jim Collins analiza datos financieros, artículos y una extensa información corporativa de grandes empresas para enseñarnos cómo una compañía puede alcanzar un nivel de excelencia y mantenerlo en el tiempo. ¿Quieres descubrir sus secretos? ¡Acompáñanos!

Enfrenta la verdad sobre tu negocio

Cada empresa que llegó al éxito lo hizo aceptando y evaluando su situación actual, incluso si era mala. Collins descubrió que estas no siempre tenían condiciones muy buenas o muy malas. Algunas eran peores, otras mejores, pero las exitosas fueron las que analizaron sus circunstancias en profundidad.

Un gran ejemplo es la comparación entre Kroger y A&P. Estas cadenas de supermercados enfrentaron un cambio en el mercado: los consumidores querían tiendas más grandes y con una mayor variedad de productos. Ambas invirtieron en mercados más pequeños y más tradicionales, que no eran compatibles con los anhelos de los nuevos clientes.

Sin embargo, mientras Kroger aceptó esa realidad y trabajó para remediar el problema, A&P se rehusó a admitir los hechos y a reaccionar. La primera sustituyó cada una de sus tiendas y consiguió el éxito. La segunda fue terca, mantuvo los modelos existentes y rápidamente salió de la cima.

Para que la mejor estrategia sea aplicada, es muy importante confrontar la verdad. Y esto significa promover discusiones honestas y abiertas.

Enfrentar los hechos puede ser un proceso muy difícil y desalentador. No obstante, si tu empresa crea el ambiente correcto para discutir sus conflictos, logrará motivar a los empleados para lograr el éxito.

Los líderes necesitan estar dispuestos a hacer preguntas y promover conversaciones, sin monopolizar o rechazar las contribuciones. Además de eso, no pueden apuntar con el dedo y culpar a los otros por los problemas propios.

Cuando surge algo negativo, vuélvelo una prioridad. Si alguien tiene una buena sugerencia, úsala y dale crédito por ella. Descubre dónde está el error, sin enfocarte en las culpas.

Pero, por encima de todo, mantén la creencia de que no importa qué tan mal estén las cosas, el negocio al final logrará el éxito. Aunque tampoco debes detenerte ahí, porque el optimismo sin el conocimiento de la verdad solo lleva al fracaso.

Mantén la fe en el éxito, enfrentando al mismo tiempo la realidad de tu situación, y actúa en consecuencia. Esta contradicción es llamada la “Paradoja de Stockdale” y es la clave para la grandeza. Necesitas creer que lograrás tus objetivos, pero también ser honesto sobre la situación actual y estar dispuesto a tomar una actitud frente a ella.

Sigue el “concepto erizo”

La solución más simple para un problema es siempre la mejor salida. Por eso, necesitas un plan claro para lograr los objetivos de tu empresa, al que Collins llama el “concepto erizo”.

Este se basa en una historia de un duelo entre un zorro y un erizo. En ese relato, el primero quiere cazar al segundo. El depredador es un animal inteligente, ágil y capaz de atacar de formas diferentes.

Por otro lado, la víctima no es reconocida por su astucia. Solo sabe hacer una cosa muy bien: volverse una bola de espinas y rodar lo más rápido posible. Independientemente de lo listo que sea su contrincante, el erizo siempre vence y logra escapar.

Esta estrategia es un entendimiento de la situación. Las empresas erizo saben hacer una cosa profundamente bien y se enfocan en eso. Mientras que las empresas que no sobresalen tienden a actuar más como el zorro. Hacen muchas cosas, pero les falta consistencia.

El “concepto erizo” se basa en tres ideas fundamentales:

1. Identifica tu pasión: las empresas que logran la excelencia poseen un conocimiento profundo de lo que realmente quieren.
2. Identifica qué es lo que haces mejor que cualquier otra empresa en el mundo: sea lo que sea, ese necesita ser el foco de tu negocio.
3. Estudia cómo puedes generar ganancias de la manera más eficaz posible y cómo aumentar tu valor en el mercado: no está de más mencionar que la principal función de un negocio es generar beneficios, ¿verdad?

Para alcanzar la excelencia, deben suceder cambios. Por ejemplo, tenemos el caso de la cadena de farmacias Walgreens. Esta también era dueña de restaurantes. En vez de continuar con ambos negocios, los dueños decidieron enfocarse en la mejor inversión y dejaron el servicio alimenticio. Esta elección, aunque difícil, fue todo un éxito.

Mantén la organización

Tener disciplina y usarla como un concepto clave en tu empresa es otro ingrediente esencial para el éxito. Esto no significa que los jefes mandan como dictadores. Simplemente que los empleados conocen sus responsabilidades y cómo cumplir sus funciones. Los líderes no necesitan mandar a sus subordinados o discutir sobre sus fracasos.

Cuando eso suceda, habrás alcanzado la cultura idónea. Este es uno de los aspectos que las historias de éxito tienen en común.

Cuando los responsables entienden eso, pueden empezar a estudiar cuáles son los comportamientos exitosos y cuáles necesitan ser eliminados inmediatamente. Si te encuentras con una actitud que no funciona, debes interrumpirla.

Elige a tu personal con cuidado

Para que una empresa cambie de buena a excelente debes contratar a las mejores y más disciplinadas personas. Sin embargo, igual de importante es despedir a los que no estén de acuerdo con la cultura de la compañía. Muchos negocios fallaron porque tenían a empleados ineficientes en posiciones clave. 

Por eso, todo proyecto debe empezar eligiendo a los mejores y los más brillantes.

Un ejemplo de esto fue cuando el CEO Dick Cooley de Wells Fargo montó su equipo. Él estaba preocupado por encontrar a los mejores. Más tarde, encontró un puesto de trabajo específico para ellos. Esa es la prioridad: primero encuentra a los más inteligentes, luego analiza lo que eres capaz de hacer con ellos.

Las empresas menos exitosas muchas veces deciden primero qué hacer y después buscan a las personas, pero este es un error. En tal situación, apenas existe un líder de calidad liderando un gran número de subordinados que solo saben recibir órdenes. Si el responsable abandona el proyecto por algún motivo, se produce un vacío organizativo.

Usa la tecnología a tu favor

Si tu empresa va a implementar una nueva tecnología, esta debe ser seleccionada cuidadosamente y poseer un propósito bien definido. Las innovaciones sin propósito son una pérdida de tiempo, esfuerzo y dinero. 

Como veremos abajo, Walgreens entendió eso cuando las farmacias online empezaron a surgir. Entonces, en vez de apresurarse, sus líderes consideraron cuidadosamente un plan de acción. 

Estas herramientas no crean movimientos organizacionales o éxito por sí mismas, pero sí ayudan a desarrollar el que ya existe. Por eso deben tener un papel claro en el plan de acción.

Como fue mencionado antes, Walgreens no estaba segura de cómo internet encajaría en su negocio, entonces, decidieron esperar para usarla. En vez de eso, hicieron experimentos para entender primero cómo funcionaba y solo después empezaron a innovar con ella.

Finalmente, después de estudiar y tener una idea clara de cómo una página web ayudaría a alcanzar los objetivos, Walgreens se volvió una farmacia online. Mientras tanto, muchas de sus competidoras fallaron.

Piensa muy bien cómo quieres aplicar las innovaciones actuales en tu negocio. Considera cuidadosamente las diferentes opciones. Esto dará a tus empleados la oportunidad de pensar en estrategias que diferenciarán a la empresa de la competencia y ayudarán a alcanzar sus objetivos.

Una empresa mediocre va a usar inmediatamente nuevas tecnologías sin ningún propósito por miedo a quedar desactualizada. No seas como ellas.

Ten líderes humildes y que trabajen duro

Collins pensaba que los ejecutivos más carismáticos y famosos eran aquellos que llevaban a sus empresas a la excelencia. Sin embargo, las personas más inteligentes son modestas y reservadas. A través de artículos y entrevistas personales con los involucrados, descubrió que los mejores líderes eran humildes y trabajaban duro.

Su equipo de investigaciones supo que cada negocio posee un líder único durante los períodos de transición a la excelencia. Y este no es egocéntrico, como sí puede suceder en las compañías mediocres.

Alguien excepcional se preocupa solo por el éxito del equipo, incluso si no recibe crédito por ello. No quiere que el proyecto en el que está involucrado fracase y se asegura de tener un plan de sucesión si tiene que salir de la empresa.

Esto no quiere decir que no sea ambicioso, simplemente que su esfuerzo está dirigido a conseguir los objetivos del grupo y no solo el suyo. Además, se preocupa por formar y alentar a sus subordinados para que un día puedan quitarle el puesto.

Aunque esto suene como algo básico, muchas compañías se equivocan y eligen a responsables mediocres.

Ese fue el caso de Scott Paper con Al Dunlap. Este ejecutivo no paraba de exhibirse y contar sus realizaciones personales, pero su empresa fue entonces comprada por el modesto CEO Darwin Smith, de Kimberly-Clark, que demostró ser un gran líder colaborador.

Las personas excepcionales ven potencial en cada oportunidad, colocan el foco en los demás cuando las cosas salen bien y asumen la responsabilidad cuando no es así.

Sigue estos principios todo el tiempo

Solo un selecto grupo de empresas alcanza el éxito y un número aún menor se mantiene en él. El truco es mantener la fórmula para la excelencia, mientras las condiciones del negocio cambian con los años. 

No importa cuánto varíe la economía o el mercado, estos métodos pueden ser aplicados para alcanzar y mantener el número uno. El proceso se resume a tener siempre a las mejores personas posibles en los lugares correctos. 

Además, es importante mantener una conversación constante sobre el estado de las cosas, incluyendo las áreas que necesitan mejoría. Admitiendo honestamente dónde están las fallas, la empresa puede evolucionar y prevenir desastres.

Mantén la disciplina y sigue los principios del “concepto erizo” escogidos para tu empresa. Además, redefine tus objetivos con el paso del tiempo. Con todo esto podrás permanecer en la cima.

Sé exitoso en tu empresa

Estudiando diversos datos, Collins y su equipo encontraron resultados impresionantes. La cuestión es: ¿cómo estas compañías alcanzaron el número uno? La respuesta es fácil: con mucho trabajo. 

La clave está en que los empleados lleven a cabo sus tareas de forma disciplinada y que tengan sus objetivos definidos. Los resultados pueden ser fantásticos, pero el camino para llegar a ellos es largo.

Todos los negocios pasan por un desarrollo gradual hasta lograr la excelencia y no hay cómo definir en qué momento ese proceso acaba. Un día, la empresa percibirá que alcanzó sus metas y que su foco habrá cambiado.

Combinar dos proyectos mediocres en una adquisición no va a generar una compañía excelente. Solo creará más de lo mismo, y a veces puede hasta empeorar las cosas.

Las empresas que sobresalen siguen un patrón que Collins llama el “péndulo”. Consiste en aquello que lleva a la organización a avanzar hasta que logre llegar al punto ideal.

Mientras que un modelo mediocre es un ciclo al que no le importa el desarrollo necesario de la empresa y no logra alcanzar el punto ideal. No puedes apresurar la perfección. Saltear pasos importantes lleva al fracaso. Solo el tiempo y el esfuerzo llevan a la excelencia.

Notas finales

Necesitas grandes líderes, humildes y comprometidos y empleados disciplinados en todas las posiciones de tu empresa para hacer la transición a la excelencia. Estas personas, dirigidas por tus objetivos, pueden trabajar en conjunto los tres principios del erizo.

Una organización que es honesta sobre su estado actual y cree que va a triunfar logrará el éxito. Por eso, cada trabajador, especialmente el líder, debe colocar los objetivos e intereses del grupo por encima de los propios.

Consejo de 12min

Si te gustó este microlibro, también vas a adorar el otro título de Jim Collins, “Empresas que perduran”. En él, se recogen los resultados tras analizar a 18 compañías visionarias de Estados Unidos.